viernes, 24 de abril de 2009

(RE)RECONSTITUCION DE ESCENA


Un cigarro viejo suprime las ganas que tiene mi boca de tener un encuentro fugaz contigo. Sólo fugaz, libre, instantáneo. Solo eso piden mis sentidos, un simple reencuentro reconstruidor de la escena en que los dos bailábamos sin noción del tic tac de los relojes y de las miradas desconcertadas de quién sabe qué sujetos sentados en las mesas del bar.


Busco en el fondo de mi cartera otro de esos cigarros que había dejado olvidados. Resultaron ser buenos asesinos de las horas, compañeros de las sinapsis que insisten en mostrarme tu cara y tu voz ronca y suave cerca de mi cuello, aquella vez en que seguíamos el vaivén de la música, música que a esa altura de la noche se había transformado en nuestra cómplice, en la única que alentaba nuestros besos y las sonrisas incontenibles.


Mi celular jugando en mi mano, me llama a llamarte. Comienza ahora la razón a detenerme. Pros. Contras. Qué decir. Qué no decir. Quizás un Hola como estás, me acordé de ti...pensé en llamar para saber cómo estás ¿dónde estás?. No no. No lo llames. Mejor quédate aquí inmóvil, conténtate con lo que fue...y si lo llamo y simplemente digo: Concrétate, hazte presente. Mírame.

Cómo puede estar mal quererte tanto. No me contradigas.

1 comentario:

  1. En mi labor Profesional, como catedratico y estudiante. Me permito de nueva cuenta, tal cual lo he manifestado en tus recientes publicaciones. Mi mas sentido agrado por tus escritos, vale el elogio como un detalle sutil que no se compara al manifiesto en tus letras.

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